Algar de Mesa
A unos 130 km de Guadalajara, en valle del río Mesa, se encuentra este bonito enclave, poco antes de que el río entre en la provincia de Zaragoza. Allí plantamos nuestra manta de campo junto a la cascada de La Chorrera, almorzamos y descansamos.
El río Mesa contaba con varias minicentrales hidroeléctricas que aprovecharon antiguas infraestructuras de uso molinero, para sus instalaciones. Concretamente, la central de Algar de Mesa era del tipo de agua fluyente, es decir, captaba una parte del caudal, lo trasladaba hacia la central y, una vez utilizada esta agua, la devolvía al río.
Además, hay una zona de baño, que en verano se acondiciona par disfrute de los vecinos.
- El lavadero, que recoge el agua de una acequia cercana.
- La iglesia de Santo Domingo de Guzmán, realizada en el siglo XVI sobre un templo románico anterior. En el interior, que no pudimos visitar, hay varias obras barrocas, como la pila bautismal y una capilla junto a la sacristía.
- La casa de los marqueses de Villel. Fue construida junto a la iglesia para que se alojara el párroco. Son interesantes los relojes solares de su fachada.
Desde allí nos acercamos al Santuario de Jaraba. Está en un enclave impresionante, ubicado en el Barranco de la Hoz Seca o Cañada de Campillo. Se trata de un afluente del río Mesa que se secó después de haber formado un cañón de más de 7 kilómetros en la páramo calcáreo de Jaraba y Calmarza. A lo largo de este cauce seco discurre una senda peatonal, que nosotros recorrimos solo en parte. En otra ocasión volveremos para hacer la ruta completa y observar las pinturas rupestres de Roca Benedí, que podrían tener unos 7000 años de antigüedad.
- El lavadero. Se trata de un lavadero abierto que se abastecía de aguas termales procedentes de los manantiales del pueblo. Ponemos ver en sus paredes unos murales que representan el uso de estas instalaciones.
- Los Baños de Serón. En 1882 se construyó en Jaraba el primer balneario (el de la Virgen) y, más tarde, otro dos: Serón y Sicilia. Estos dos están unidos por un frondoso paseo paralelo al río Mesa
- La iglesia de la Transfiguración del Señor, catalogada como bien de interés arquitectónico. Su portada es de estilo renacentista, con un gran arco triunfal dentro del cual se inserta el vano de la puerta.
- El paseo del Ayuntamiento.
- Peirón de San Antón. Nos refrescamos bebiendo el agua minero-medicinal de su fuente.
También visitamos otro pueblo aragonés: Cetina, lugar que, por cierto, se cita en el Cantar de Mio Cid.
Destacan:
- Su iglesia de San Juan Bautista, construida entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Es una gran construcción de ladrillo visto sobre un basamento de piedra. Fue declarada Bien de Interés Cultural. Nosotros no pudimos visitar su interior.
- El castillo-palacio de San Lorenzo, donde se celebraron las bodas de Francisco de Quevedo, concretamente en una capilla situada en su parte norte. Mandado edificar a finales del siglo XIII, por Pedro I de Aragón, como elemento defensivo frente al Reino de Castilla, se trata de una construcción de planta alargada y estrecha de unos 60 metros de largo. La mitad oriental alberga sus estancias más antiguas, como la torre del Homenaje. Está construido sobre una estructura militar preexistente del siglo XII.
Y, de ahí, vuelta a Guadalajara.
Por cierto, en nuestras excursiones siempre encontramos algo que nos sorprende:
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