Salto de la Poveda y Laguna de Taravilla

A 140 km de Guadalajara, en pleno Parque Natural del Alto Tajo, se encuentra el acceso a las zonas de aparcamiento de esta ruta de 5 km, de dificultad media.

Se trata del sistema travertínico de la Laguna de Taravilla, que recorre la ribera del río Tajo, en que se puede disfrutar tanto del bosque como de la avifauna que habita en los cantiles rocosos.

Hay varias zonas de aparcamientos. Nosotros paramos en el P2 (en julio y agosto es necesario reservar y pagar una tasa a través de la plataforma Cañón del Tajo). 

Desde allí, caminamos un breve trayecto para después cruzar por la Pasarela de Pescadores, desde donde merece la pena contemplar durante un buen rato el río y la vegetación.



Tras una empinada subida, caminamos por las Praderas del Espinar hasta que el sendero nos dirige a una zona desde la que se puede contemplar e
l espectacular Salto de la Poveda en todo su esplendor. En este entorno anida el mirlo acuático.



Más adelante llegamos al
la parte alta de la cascada, originado tras el hundimiento del muro de una presa de principios del siglo XX, cuyos restos se han naturalizado plagándose de musgo. 



Desde allí caminamos por el sendero rodeado de encinas y boj, paisaje que contrasta con la exuberancia vegetal del otro lado del río) hasta que llegamos al siguiente punto de interés: l
a Laguna de Taravilla, también denominada de La Parra. Este embalsamiento natural cobija diferentes aves entre las plantas de su orilla. 


Desde allí, continuamos la pista y bajamos por el camino que lleva a un área recreativa junto al río, donde nosotros hicimos nuestra parada técnica para el almuerzo. 



Es una zona de
  tilos, chopos, fresnos y olmos de montaña con una pasarela peatonal sobre el río que cruza a la otra orilla del Tajo, donde nos esperan varios espacios para el reposo y el baño. 






De allí nos dirigimos a las
Casas del Salto, antiguas instalaciones del salto eléctrico,  hoy transformadas en alojamiento y restaurante. 



Continuamos por la pista paralelos al río y nos acercamos a ver el salto ahora desde este otro lado.


De regreso al aparcamiento por una pista en cuyo recorrido se puede apreciar, a nuestra izquierda, un denso pinar y al otro lado del río, en las alturas, las llamativas formaciones kársticas del entorno. 


Aunque el recorrido es, por lo general, sencillo (siempre que llevemos el calzado adecuado), hay zonas concretas que no son aptas para personas con movilidad reducida y hay que tener precaución con los niños porque recorre zonas con desniveles importantes sin protección.

En 2021, antes de pasar por Molina, Checa, Peralejos de las Truchas y Maranchón (ya publicaré una entrada específica sobre esa excursión), hicimos un primer acercamiento a la laguna, pero acercándonos por CM-210. El recorrido en coche se nos hizo bastante largo, pero fuimos parando a disfrutar de unas vistas espectaculares. En aquella ocasión no pusimos cruzar la pasarela del río y nos remojamos en la zona del área recreativa. Estas son algunas fotos de ese día:
















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